viernes, 26 de septiembre de 2008

Alicia expulsada al País de las Maravillas

Cuando Alicia era pequeña en su habitación no tenía juguetes, ni colores y nunca jamás se desordenaba... los muebles eran de madera oscura y los cabeceros dorados a juego con unos edredones rosa palo... no había peluches, ni muñecas, no había el menor rastro de las dos niñas que soñaban en él, cada noche, con un mundo de arcoiris y golosinas, de esas que nunca entraban en casa...

Alicia recuerda entre nieblas la censura de la tele, de la risa y de los parques... recuerda la soledad de su casa de muñecas... la añoranza de algo que no alcanzaba a comprender qué era... recuerda a la niña sentada al borde de la cama, sintiendo un miedo terrible a entrar en la última habitación y sin encontrar a nadie que la acompañase y pasase la tarde allí, sin nada más que hacer que estar allí...

- No os riáis, que hay una enferma en casa... os va a castigar Dios...

Cuando Alicia era adolescente en su habitación no había pósters, ni colores y nunca jamás se desordenaba... los muebles seguían siendo de madera, los cabeceros dorados y las colchas rosas... colgó un póster de Oasis que duró una semana en la pared... no había el menor rastro de las dos jovencitas que soñaban en él, cada noche, con un mundo de besos y ocio, de ese que las sacaría de la casa.

Alicia recuerda la censura de su actitud, de la ropa, de la risa y de la hora... recuerda la soledad de los fines de semana... la añoranza de algo que no alcanzaba a tocar con la punta de los dedos... recuerda a la adolescente sentada en el borde de la cama escuchando Nirvana, sintiendo una soledad terrible en la última habitación y sin encontrar el modo de expresar que lo último que quiere en este mundo es estar allí, simplemente allí...

- Apaga ya la luz y no leas tanto, que te vas a quedar tonta...

Cuando Alicia se fue de casa, llenó su habitación de colores, fotos, besos y libros... los muebles fueron naranjas, blancos, verdes y morados, la cama de mil rayas y el cabecero un collage... trató de borrar los rastros de la mujer que sueña en la cama, cada noche, con seguir manteniendo alejada su sombra, con no tener que cambiar su traje por un camisón almidonado ni su pelo enredado por niños que maman... Alicia se enfada si ve que ha crecido un palmo... Alicia sólo quiere vivir en El País de las Maravillas.

Suena:Alicia
Huele: a estómagos en mal estado
Sabe: a queso ahumado
Toco: las manos frías
Veo: el más absoluto de los absurdos
Estado: expulsada

martes, 23 de septiembre de 2008

La edad del cielo


Nunca había sentido esta tranquilidad en el pasar de los días, tirando por la ventana las horas, nunca... nunca antes, la alegría aparente, había sido el reflejo de la calma asustada, de un ánimo moderado que sujeto con alfileres a los bordes de mi ropa, para que no se vaya demasiado pronto, para que no se lo lleve el viento cuando alborote mi falda...
Nunca antes habían enmudecido así mis manos, deslizándose las ganas de escribir sobre la frente sin poder encontrar el camino que las levante en un vuelo... han enmudecido durante la noche, la noche en que nació la lentitud de mi sonrisa... y se descalzaron, discretas, temerosas de que el ruido de sus pies sobre mis hombros pudieran despertar a los fantasmas...
Nada me saca de la cama y mi voz no trascribe el silencio... y estoy rodeada de calma y atravieso tantas distancias que quiero gritar que vivo, que quiero decir que quiero, que sufro y me río... que soy una mujer hecha de masa de pan, aire y desvelo, de colores en blanco y negro, palabras e idiomas extraños... que sabe a tus rizos en mis dedos...


Suena: La edad del cielo
Veo: el regreso del esmalte de uñas negro
Sabe: a gotas de luz ciega
Huele: a mar
Toco: mis ganas
Estado: creo que me duele la cabeza...

lunes, 15 de septiembre de 2008

Nostalgia


Esta mañana me he levantado con un inmenso vacío en mitad del estómago... El corazón me latía desbocado, desesperado, cuando el despertador me ha arrancado de pesadillas que no recuerdo pero que hablaban de sabores ácidos, de distancia... mi hermana aún respiraba dormida en mi cuarto, pero Ellos ya han dejado de nuevo su inmenso hueco en mi tórax, el mismo abismo enorme, grande, que he dejado yo en mi cama, en sus besos, en los días que pasan uno tras otro hasta que alguna de las dos vuelva a verlos y las lágrimas dejen paso a la ilusión que de nuevo despegará de la piel la tristeza de partir el último día... sin ellos... cinco años... y sigo sin tragar saliva cuando vuelvo a irme, cuando se van... porque es justo entonces cuando me doy cuenta, adulta y afectada, de que no pertenezco a ninguna parte... y aún no tengo demasiado claro qué hago aquí... ¿por qué no estoy allí?...
Supongo que ya pasará... siempre pasa al cabo de unos días, pero su puta madre cómo duele...
Toso... los echo de menos como una hija de puta... evito replantearme mi vida... ya estoy un poco mejor... más tos...
Suena: Toda la verdad

Veo: los rastros de un fin de semana feliz... "Repetiré como yo quiera ese minuto que viví y no me importa si hay rigor"...
Toco: la sequedad en la garganta...
Sabe: a suspiros
Huele: a mamá (es más guapa que en la foto, las madres siempre son más guapas), a papá (más simpático que ese entrecejo fruncido), a Inma (verde que te quiero verde)...
Estado: despidiendo...