martes, 31 de marzo de 2009

Hojas en blanco

Llevar una especie de diario es una especie de mierda... más aún si no tengo ni la más remota idea qué coño quiero decir porque no tengo demasiado claro qué me pasa por la cabeza. No sé qué me interesa o qué me preocupa... y quizás este estado de calma y liviandad templa mis fantasmas, pero seca "esta extraña extimidad" que llevo años cultivando... nunca me ha importado que me lean o no, pero esta mecánica intermitente y casi furtiva de vomitar sobre la pantalla que ha alejado a los pocos que lo hacían, me ha llevado a sentir que, realmente, no entiendo muy bien mi propia manía o necesidad de extraer el ruido de mi cabeza y colgarlo en la red... no sé ni siquiera si tiene sentido...
Leo a otros y, hasta aquel al que nada ocurre, sabe qué contar... quizás porque nunca he sabido hacerlo bien y me era más útil ser desdichado y andar arrastrando los pies que levantarme cada mañana a su lado y pasar el día flotando en sus besos, miradas y abrazos... mi vida es inútil si quiero escribir, me repito cuando me apetece afilarme los colmillos para morderme y sangrar... Es como si tuviese la sensación de que hace demasiadas semanas que no hago nada, cuando en realidad, esta vida que estrené hace un año y que me hace tanto bien, me mantiene activa en esa felicidad ansiada que he buscado desquiciada, gastada...
Recuerdo aquella necesidad imperiosa de ser una flor del mal, una hija de Joyce... hoy huyo de esos significantes vacíos de realidad moral pero, a la vez, extraño el modo en que en mi mente hervían las frases que se hilaban por sí mismas sin apenas necesitarme... no entiendo muy bien a qué me refiero cuando hablo prácticamente de nada... quizás, sencillamente... dolorosamente... nunca he sabido escribir...
****
Suena: Regina Spektor - Fidelity
Veo: casas abuhardilladas.
Huele: a frío que me derrota
Sabe: a naranjas y dedos
Toco: el cansancio de sólo martes.
Estado: keep on moving

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El que no se engaña es porque no quiere, y el que lo hace, es feliz.

Bruha dijo...

La felicidad del ignorante... o del autoengaño, que es casi más poderoso que la ignorancia.
¿Y tú eres...?

Anónimo dijo...

Feliz en mi infelicidad, como tantos, como muchos, pero como pocos... que lo admiten.

Bruha dijo...

¿Te conozco?

Anónimo dijo...

No ¿por?

Bruha dijo...

Curiosidad por cómo has llegado, poca gente conoce este espacio, nada más.

Carola. dijo...

Pues para mí tiene todo el sentido del mundo que escribas. Lo que a ti puede parecerte inocuo porque las actuales circunstancias te dejan tan absolutamente satisfecha que ni te enteras de lo bueno que es, a los demás (al menos a mi) me parece genial. Enganchas. Lo sabes.